Luis Miguel conquista Buenos Aires con un espectáculo inolvidable


 Mosaico

Por un segundo, el público en el Movistar Arena de Buenos aires se paralizó. Reinó la expectativa. El reloj marcaba las 21 y el público explotaba de ansiedad: Era la hora pautada para que Luis Miguel diera inicio al primer show de su gira internacional en Argentina. Apenas el cantante deslizó un pie sobre el escenario, estallaron los gritos y los aplausos. Los acordes de "Será que no amas" marcaron el comienzo del esperado recital y la respuesta que se recibió no es posible de describir con palabras, se trata de emoción en estado puro.

De muy buen humor, la segunda canción fue "Amor, amor, amor", y luego siguió con "Suave", dando pistas de que el setlist estaría repleto de hits, como una suerte de repaso de su extensa carrera. Para el cuarto lugar, el cantante eligió un viejo tema que cobró nuevos bríos gracias a "Luis Miguel, la serie", la ficción de Netflix que relata parte de su vida: "Culpable o no". A pesar de haber entrado tarde a la canción, con simpatía y profesionalismo se acomodó rápidamente, sin perder la sonrisa. El público, a su vez, confirmó que este es uno de los "nuevos" himnos de su repertorio, coreando la letra de principio a fin.

Llegaron luego otros temas conocidos por todos: "Dormir contigo", una de las tantas canciones de "El Sol" compuestas por Armando Manzanero, y "Te necesito", que le permitió descontracturarse y moverse con soltura por el escenario, sin perder la elegancia: Para la especial ocasión, Luis Miguel eligió una vez más un clásico traje negro combinado con una camisa blanca, un look que acompaña a la perfección su impronta de galán atemporal. El tema de 2010 "Es por ti", menos conocido que los que venía cantando, sirvió para calmar a un público enfervorizado. Sin embargo, con "Hasta que me olvides", la comunión entre el artista y sus fans argentinos quedó otra vez evidenciada, con miles de voces sonando al unísono. En los 35 primeros minutos del show no hubo ni siquiera un saludo. No hizo falta. El público quiere escucharlo cantar y celebra junto a él este buen momento profesional.

Después de "Dame alguna prueba de amor", la pantalla gigante anunció que llegaba uno de los momentos más esperados. "Boleros", se lee detrás del cantante, que comenzó a entonar, con comodidad y fluidez, una seguidilla de clásicos románticos que incluye "No me platiques más", "Usted", "La puerta" y "La barca". Cuando llegó el momento de "Inolvidable", Luis Miguel volvió a imprimirle swing a un show que hasta el momento resultaba impecable, acompañado por sus tres coristas, ataviadas con vestidos llenos de brillos y moviéndose acompasadas al ritmo de la canción.

Con el público vibrando, el intérprete sacó de la manga un par de ases que dejaron a las miles de almas que colmaron el Movistar Arena delirando: "Por debajo de la mesa" y "No sé tú", dos de sus más grandes éxitos. Para agregar más tensión al momento, y demostrando una vez más su timing, Luis Miguel se acercó a la platea y tocó las manos que se le acercaron. Después, llegaron otros dos clásicos de Manzanero, "Como yo te amé" y "Somos novios".

Luego de "Te digo adiós", el cantante dio inicio a uno de los momentos más emotivos de la noche. La pantalla anunció la llegada de los tangos y mientras una pareja de bailarines y un bandoneonista se adueñaban del escenario, el astro mexicano comenzó a entonar una seguidilla de temas que popularizó Carlos Gardel y que él reversionó: "Por una cabeza", "Volver" y "El día que me quieras".

En un golpe de timón que dejó a más de uno sorprendido, la pantalla comenzó a mostrar un montaje del cantante junto a Michael Jackson. En el pico de sus carreras, los artistas tenían previsto estrenar un tema juntos, pero aquel proyecto nunca se concretó. Sin embargo, la tecnología permitió que este dueto se consumara.

Este jueves, el músico dio a conocer el "encuentro virtual" con su colega, entonando el tema "Smile", compuesto nada menos que por Charles Chaplin. Ese fue el primer homenaje explícito de la noche, pero no el último: Inmediatamente después, Luismi realizó un falso dúo con otra de las grandes estrellas de la canción: Frank Sinatra. Con el puertorriqueño nacionalizado mexicano en vivo y la voz de su fallecido colega grabada, los presentes disfrutaron de una versión conjunta de "Come Fly With Me", el tema que fue incluido en el álbum Duets del crooner estadounidense.

Con "Tengo todo, excepto a ti" y "Entrégate", el cantante marcó otro punto álgido de la noche, para después dar pie a un segmento que se anunció como "Mariachis". Mientras hacía su ingreso la banda "lookeada" para la ocasión, el astro se ausentó por primera vez del escenario para volver con un nuevo vestuario: Camisa y pantalón negros. Este tramo del show, que incluyó un set de rancheras y canciones típicas del país que lo cobijó, alcanzó su pico máximo con "Si nos dejan", "La Bikina" y "La media vuelta".

"Qué nivel de mujer" fue la canción elegida por el artista para inaugurar el tramo dedicado al género que lo convirtió en estrella internacional a muy corta edad: El pop. El tema le permitió, otra vez, bailar con energía y una entrega feroz. Y cuando el público estuvo otra vez a sus pies, remató el momento con uno de sus himnos románticos más escuchados y aclamados: "La incondicional". El clima se volvió juguetón cuando gigantes pelotas inflables comenzaron a volar por sobre las cabezas de los presentes. Y para que la fiesta se completara, Luis Miguel les ofreció tres de sus temas más bailables: "Ahora te puedes marchar", "La chica del bikini azul" y "Cuando calienta el sol".

Sin escalas, para el fin de la fiesta, el cantante decidió regalar uno de los momentos más íntimos. A pesar de ser conocido por resguardar su intimidad al extremo, este jueves el intérprete decidió descorrer el velo y estrenó un tema que, evidentemente, está dedicado a su novia Paloma Cuevas y que menciona el nombre de la empresaria española en varios versos. Con esta concesión pocas veces hecha, Luis Miguel dio por concluido un show impecable de dos horas y media con el que demostró que el "Sol de México" brilla más que nunca.

Fuente: Emol

Artículo Anterior Artículo Siguiente