Cambio climático afecta la operación del Canal de Panamá: ¿Cómo se prepara Chile para enfrentar los desafíos logísticos?


 Nacional

La escasez de lluvias empujó al Canal de Panamá a reducir a 32 el número de embarcaciones que atraviesan a diario la vía interoceánica, una medida que además de disminuir los ingresos del canal, podría aumentar el atasco marítimo. La medida comenzó a regir este domingo y continuará vigente "hasta nuevo aviso".

"Es importante señalar que la reducción en el número de tránsitos diarios durante un periodo prolongado, aumentará el tiempo de espera para algunos buques, en particular aquellos que no obtienen una reserva", advirtió la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en el aviso emitido la semana pasada sobre la nueva restricción.

En condiciones normales, el promedio diario de tránsito es de entre 35 a 36 buques, según explicó el mes pasado el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, por lo que la nueva medida implica una limitación de entre 3 a 4 naves al día. "Hay agua, pero no donde guardarla", comentó a EFE un trabajador del Canal en las originales esclusas de Miraflores, que operan desde la inauguración de la vía construida por Estados Unidos en 1914.

El estrecho conecta 180 rutas marítimas que llegan a 1.920 puertos en 170 países, y por él transita alrededor del 3% del comercio mundial. De hecho, el año pasado el Canal aportó al Fisco panameño el histórico importe anual de US$2.494,4 millones por concepto de excedentes, derechos por tonelada de tránsito y el pago por servicios prestados por el Estado.

En tanto, para este año, la vía acuática proyecta aportes en torno a US$2.544,6 millones, gracias a un presupuesto estimado en US$4.652,0 millones, un aumento de 10,3% respecto al actual.

Efectos para Chile

Carlos Villalobos, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, se refirió la impacto de esta contingencia, y a los efectos que podría tener sobre el comercio internacional de Chile. "Sin duda es una de las principales vías marítimas del mundo, y por lo tanto el efecto yo diría que no sería despreciable", dijo.

"Una contingencia de ese tipo puede afectar negativamente el comercio chileno desde y hacia los mercados de destino, y esto puede traer consecuencias negativas en el caso de que, por ejemplo, los envíos lleguen tarde a destino, lo que significa que algunos pagos pueden ser hechos con retraso, lo que obviamente afecta la liquidez de ciertas empresas chilenas", indicó.

En el caso de las importaciones, Villalobos plantea que las restricciones de tránsito en el canal de Panamá también puede afectar "la planificación de los productos que nosotros importamos, que van a llegar más tarde a destino, lo que puede dar origen a cierta escasez en algunos de estos bienes importados y puede hacer fluctuar los precios en el corto plazo. Es decir, pueden haber subidas de precio leves y restringir en el tiempo, en la medida que los embarques se realicen y que lleguen los barcos que conducen los bienes que se transan internacionalmente".

Luis Eduardo Escobar, presidente del Puerto de Valparaíso y asesor del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), en tanto, enfatizó en que el Canal de Panamá "es un centro clave del comercio mundial y es estratégico para el comercio exterior de Chile. Lo segundo, es constatar que los cambios climáticos que está experimentando el planeta tienen efectos reales sobre la población y las economías del mundo entero, ya sea directa o indirectamente".

"La reducción del número de naves que pueden usar el Canal nos afecta directamente porque reduce el flujo de nuestras exportaciones e importaciones. Esto significa posibles períodos de desabastecimiento, por un menor flujo de importaciones, y posiblemente menores ingresos de exportación, en la medida que la entrega de nuestras exportaciones se vea retrasada. Esto puede ser especialmente grave en el caso de las exportaciones perecibles, como es la fruta", acotó Escobar.

"La reducción del número de naves que pueden usar el Canal nos afecta directamente porque reduce el flujo de nuestras exportaciones e importaciones. Esto significa posibles períodos de desabastecimiento, por un menor flujo de importaciones, y posiblemente menores ingresos de exportación, en la medida que la entrega de nuestras exportaciones se vea retrasada. Esto puede ser especialmente grave en el caso de las exportaciones perecibles, como es la fruta"

Luis Eduardo Escobar, presidente del Puerto de Valparaíso y asesor del CPI

El asesor del CPI profundizó en el tema, asegurando que nuestro país es el cuarto usuario a nivel mundial del Canal de Panamá, y el primero en América Latina. De ahí que su funcionamiento sea "crucial para Chile".

"Nos permite entregar nuestras exportaciones a Europa y la costa este de los Estado Unidos de manera oportuna y a un costo muy inferior al que incurriríamos si el Canal no existiera. Al mismo tiempo, buena parte de nuestras importaciones desde esas dos regiones -sobre todo de bienes durables, maquinaria y equipo- transitan por el Canal", sostuvo.

Cristóbal de la Maza, académico Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián y ex superintendente de Medio Ambiente, dice que "las restricciones de calado y carga que impuso la autoridad del Canal de Panamá, sin duda van a repercutir sobre el comercio internacional en general, no sólo en Chile. Restricciones a la cadena de suministro, como ya se vio durante la pandemia, implican efectos en cadena que pueden afectar la oferta de productos y sus precios. Es esperable observar reacciones en la gestión de inventarios en la producción ante retrasos y mayores mermas de carga en el destino final. Pequeños cambios en el nivel de servicio de la ruta, como una mayor congestión, pueden desencadenar efectos disruptivos en toda la cadena logística".

"Es esperable observar reacciones en la gestión de inventarios en la producción ante retrasos y mayores mermas de carga en el destino final. Pequeños cambios en el nivel de servicio de la ruta, como una mayor congestión, pueden desencadenar efectos disruptivos en toda la cadena logística"

Cristóbal de la Maza, académico Facultad de Economía y Gobierno de la USS y ex superintendente de Medio Ambiente

"Este es un adelanto de los riesgos materiales que implica el cambio climático y que deben ser incorporados en la toma de decisiones corporativas. Además, muestra la necesidad de obras de adaptación al cambio climático, en este caso almacenamiento de agua para la operación del Canal. En Chile, ya hemos visto algo de esto al reducirse nuestra capacidad en puertos, al disponer de un menor número de días con condiciones seguras ante la mayor frecuencia e intensidad de marejadas", añadió.

Junto con ello, resaltó que "el Canal de Panamá es la ruta por excelencia para el transporte de carga hacia y desde el Asia pacífico, especialmente contenedores".

En ese sentido, de la Maza advirtió que "el tránsito de embarcaciones por el Estrecho de Magallanes depende de la capacidad habilitada en el Canal de Panamá. Si bien usualmente el Estrecho se reserva para embarcaciones de mayor calado, como las que transportan hidrocarburos, la preferencia de esta vía para el transporte de carga va a depender de la imposibilidad técnica de otras rutas alternativas, o desde un punto de vista económico, del tiempo y costos de traslado, y las tarifas o peajes por cruzar el Canal. Cualquier variación en el costo generalizado de transporte de carga podría variar el volumen de embarcaciones, que, en condiciones de equilibrio, prefieren una ruta versus otra".

Fuente: Emol

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